La transformación digital “no ocurre de la noche a la mañana”

En América Latina sólo 49% de las mujeres tiene acceso a una cuenta bancaria.

La transformación digital de las micro y pequeñas empresas “no ocurre de la noche a la mañana”; se requiere de la convicción de directivos y, en el caso de las instituciones que ofrecen servicios financieros a públicos específicos como bancos de nicho, fintechs, sofipos y cajas de ahorro, es necesario que cuenten con herramientas digitales de inclusión financiera que no solamente brinden acceso, sino que garanticen el uso por parte de sus clientes.

Sin embargo, para que la verdadera inclusión digital llegue a las personas que la necesitan, es necesario generar un ecosistema en torno “a la señora que vende los tamales afuera de la escuela”, para que alguien le dé acceso al servicio financiero y ella cuente con una tarjeta para sacar dinero y lugares donde pueda hacerlo e incluso meter dinero a sus inversiones, aseguró Iliana de Silva, directora ejecutiva de Techreo, empresa especializada en transformación digital de entidades financieras.

En conferencia de prensa, explicó que en mercados como el de México, donde la inclusión financiera sigue siendo corta y en América Latina donde sólo 49 por ciento de las mujeres tiene acceso a una cuenta bancaria, y de ellas apenas el 11 por ciento ahorra y 10 por ciento puede solicitar un crédito, es indispensable encontrar nuevas formas de acercar los servicios a la población.

Una de las formas son los servicios no tradicionales –regulados o no—como son las cajas de ahorro y las sofipos, pero muchas de ellas a pesar de contar con la confianza de la población a la que atienden desde hace mucho tiempo, no han comenzado el camino de su digitalización y “éste ya no es una moda o una opción, sino una necesidad imperiosa del mundo actual”.

En ese sentido, Techreo acompaña a este tipo de entidades en su camino a la digitalización, a través de aplicaciones digitales que se adaptan a las empresas financieras para llegar a sus usuarios finales y que se van ajustando conforme se observa su funcionalidad, porque “ninguna aplicación es perfecta” y se tiene que ir mejorando para acercarse a las necesidades de cada cliente.

Específicamente en lo relacionado con la inclusión financiera de las mujeres, explicó que la empresa a su cargo está trabajando con Acción Internacional, “para que los productos que desarrollemos para las instituciones financieras tengan un lente de género”.

Para ello, se llevan a cabo actividades en varios ámbitos: primero, que Techreo cuente con equidad de género; segundo, que dentro de sus aplicaciones se incluya educación financiera, específicamente dirigida a las mujeres y, tercero, apoyar a las mujeres que son emprendedoras y no se lo creen, a que se convenzan de ello y se tengan confianza para usar los productos financieros que pueden tener a su alcance a través de la tecnología para crecer como empresarias.

“Junto con Acción Internacional llevamos ya seis meses trabajando, traemos un proyecto con ellos que va a durar todo este año, que nos están ayudando a cómo nosotros ayudemos a las instituciones a hacer productos enfocados en mujeres”, aunque, insistió, todo depende del ecosistema que se cree en torno a los servicios financieros, pero también a que los directivos de las empresas financieras locales tengan la intención de cambiar, pues “existe una gran resistencia al cambio”.

En todo caso, lo más importante es que los productos financieros hagan una diferencia en la vida diaria de las personas y esto sólo se puede lograr poniéndolos en sus manos, aunque también es importante escuchar siempre a los clientes finales, porque no todas las soluciones son viables para todos los usuarios.

Comentó que actualmente, la base de usuarios de todos los clientes con los que cuenta su empresa en América Latina (México y Bolivia, principalmente), ronda las 600 mil personas de las cuales poco más de la mitad son mujeres, aunque no en todos los mercados funcionan igual los productos.